La creatividad es mucho más que hacer arte. Es una forma de conectar con nuestra esencia, de darle voz a lo que sentimos y de explorar nuevas maneras de estar en el mundo. Desde mi perspectiva y experiencia en consulta psicológica, la creatividad no es un lujo ni un accesorio, sino una herramienta poderosa para el cambio y la sanación.

Creatividad como camino de exploración interna

Muchas veces llegamos a terapia sintiéndonos bloqueadas, atrapadas en patrones repetitivos o desconectadas de nosotras mismas. Nos cuesta poner en palabras lo que nos pasa, o nos sentimos atrapadas en una narrativa rígida sobre quiénes somos y qué podemos hacer. La creatividad nos invita a salir de esa rigidez y explorar con más apertura y curiosidad.

En mi consulta, integro prácticas creativas como la escritura terapéutica, la imaginación guiada y el uso de metáforas para ayudar a mis consultantes a dar forma a lo que sienten y piensan. Estas herramientas permiten acceder a capas más profundas de su experiencia, muchas veces difíciles de abordar desde el pensamiento racional.

Creatividad y flexibilidad psicológica

Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), sabemos que el sufrimiento humano muchas veces surge de la lucha interna con nuestras emociones y pensamientos. La creatividad nos ayuda a desarrollar flexibilidad psicológica, permitiéndonos experimentar con nuevas formas de ver las cosas y responder a ellas. A través de la expresión creativa, podemos tomar distancia de los relatos limitantes y abrirnos a nuevas posibilidades.

Por ejemplo, cuando una mujer creativa se siente bloqueada en su proyecto, en lugar de analizarlo únicamente desde la mente, podemos explorar qué emociones hay detrás de ese bloqueo y permitir que se expresen a través de la escritura o la imagen. Este proceso nos ayuda a escuchar lo que realmente necesitamos y a movernos con más autenticidad.

El cuerpo y la creatividad: una conexión esencial

La creatividad no solo ocurre en la mente, sino también en el cuerpo. Desde la integración de mi experiencia y formación, incluyo prácticas de yoga, respiración y conciencia corporal, porque muchas veces el bloqueo creativo está ligado a la rigidez física o a la desconexión con nuestras sensaciones. Creo firmemente en que cuando volvemos al cuerpo, desbloqueamos energía y recuperamos nuestra capacidad de fluir 🙂

No se trata de hacerlo “bien”, sino de permitirse explorar

Muchas personas creen que la creatividad es solo para quienes “saben” dibujar, escribir o tocar un instrumento. En realidad, todas somos creativas, porque todas tenemos la capacidad de imaginar, jugar y experimentar. En terapia, la creatividad no busca resultados perfectos, sino generar un espacio de libertad para explorar lo que sentimos y encontrar nuevas maneras de expresarnos y relacionarnos con la vida.

Creatividad como acto de valentía

Y aquí cito a mi gran y admirada Brene Brown: “La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento de la innovación, la creatividad y el cambio”

Abrirse a la creatividad es un acto de valentía. Es atreverse a mirar hacia dentro, a escuchar lo que surge sin juicios y a dar forma a nuestra experiencia de manera auténtica. En consulta, acompaño a cada mujer a descubrir su propia forma de crear, no solo en el arte, sino en la manera en que diseña su vida, toma decisiones y se relaciona consigo misma y con los demás.

Si sientes que tu creatividad está bloqueada o que te cuesta encontrar tu voz auténtica, recuerda: la creatividad no se pierde, solo se entierra bajo capas de exigencia, miedo o rigidez. Con presencia, curiosidad y el espacio adecuado, siempre es posible recuperarla.

¿Te gustaría explorar tu creatividad como parte de tu proceso terapéutico? Te acompaño en este camino.