Mis herramientas para acompañarte en tu proceso

ACT: Terapia de Aceptación y Compromiso 

ACT se encuentra dentro de las terapias basada en la evidencia científica con visión contextual-funcional. Desde ella me formé y es gracias a ese camino que hoy en día tanto en mi vida personal como en mi trabajo en consulta acompaño procesos rehuyendo de diagnósticos, sino que asumo que cada uno de mis consultantes son seres únicos productos de su historia de aprendizaje y contexto, entendiendo desde ahí su conducta y brindando herramientas para que puedan moverse y construir su propia vida. 

Desde esta visión se apuntará a crear repertorios de conducta mas flexibles en sesión, donde trabajamos para aumentar la habilidad de notar y responder, para aun así sintiendo aquello que se evita, se pueda elegir tomar la dirección hacia lo que es importante. Es la aceptación con conciencia y voluntaria de tomar las riendas de tu propia vida. 

Mindfulness: atención plena 

En el camino a vivir una vida significativa muchas veces nos empantanamos en nosotros mismos frenándonos, y buscando de mil maneras evitar dar pasos en esa dirección. Es allí donde ejercitar la práctica de mindfulness cobra gran relevancia. 

La práctica de la atención plena nos permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, nos da la posibilidad de prestar atención de manera consciente a la experiencia con interés, curiosidad y aceptación. Nos regala la posibilidad de ejercitar el hacer un espacio entre esos pensamientos y nuestras conductas, y elegir. 

Conciencia corporal: Yoga

Muchas veces al estar dentro del pantano – siguiendo con la metáfora – nos olvidamos del cuerpo. Es desde allí donde tenemos la gran oportunidad de cultivar la presencia y la conexión con él. 

Allí comienza un gran viaje: contamos con la posibilidad de observar el pantano desde las sensaciones físicas, brindándonos un momento de total conexión con nuestros juicios, pensamientos, y con aquello que tendemos a hacer con las comodidades e incomodidades que surjan allí.  

El cuerpo rígido, es un reflejo de nuestra mente rígida. Entiendo a ese reflejo como una oportunidad para brindarte herramientas y que vuelvas a tu mente más flexible, y al cuerpo también. Animándote a prestarle atención, cultivando una actitud de aceptación, curiosidad y amabilidad.